Yo me engaño y no me doy cuenta
- Claudio Guz
- 4 ene
- 2 Min. de lectura

¿Cuántas veces en la vida nos contamos historias para justificar decisiones, evadir responsabilidades o simplemente para sentirnos mejor?
Nuestra mente tiene una habilidad casi mágica para construir narrativas que parecen sólidas, pero que en realidad son solo espejismos.
Estas historias nos mantienen en una zona de confort, pero también nos alejan de enfrentar la realidad de nuestras emociones, decisiones y acciones.
Nos decimos cosas como:
"No tengo tiempo", pero si observamos detenidamente, dedicamos horas a actividades que no son prioritarias.
"No estoy preparado", cuando en el fondo lo que tememos es no ser suficientes.
"Es culpa de los demás", porque aceptar nuestra responsabilidad puede ser incómodo o doloroso.
El autoengaño es un mecanismo fascinante y complejo. Por un lado, nos protege de enfrentar nuestros miedos más profundos, como el miedo al fracaso, al rechazo o a la vulnerabilidad. Por otro lado, nos limita, nos encierra en un ciclo de excusas y justificaciones que nos impiden avanzar hacia una vida más auténtica.
Cuestionar estas historias que nos contamos no es fácil. Requiere detenerse, observar y preguntarse:
¿Qué estoy evitando al creer esta narrativa?
¿Qué ganaría si me atreviera a mirar más allá de esta justificación?
La clave está en la honestidad. No con los demás, sino con nosotros mismos. Reconocer el autoengaño no es un acto de debilidad, sino de valentía. Es el primer paso para transformar esas historias en herramientas de crecimiento.
En mi libro ¿Jugamos?, exploro cómo los juegos pueden ayudarnos a descubrir patrones ocultos en nuestra forma de pensar y actuar. A través del juego, nuestras defensas suelen bajar, permitiéndonos observarnos de manera más auténtica.
Es como mirarnos en un espejo sin filtros, donde nuestras narrativas se desmoronan y emerge lo que realmente somos.
Te invito a reflexionar:
¿Qué historias te estás contando hoy para justificar tus decisiones?
¿Qué podrías descubrir sobre ti mismo si te atrevieras a cuestionarlas?
No se trata de juzgarnos, sino de aprender, crecer y reconectarnos con nuestra esencia. Porque detrás de cada autoengaño hay una oportunidad para ser más libres, más auténticos y más nosotros mismos.
Abramos el diálogo y aprendamos juntos. 🧠✨
Te Leo!!
Claudio
Comments